Honeysweet

Choi-ho trabaja para una empresa de pastelería como diseñador de productos cuidadoso y orientado a la rutina, con un excelente sentido del gusto que lo llevó a encontrar un éxito en el “batido de tofu”. Lleva una existencia solitaria, sigue un horario estricto y, a pesar de sus habilidades, sólo come snacks y pollo. Debido a su falta de habilidades sociales, accede constantemente a las ridículas peticiones de su hermano adicto al juego y se deja dominar para evitar peleas. Il-young es una mujer resiliente que prospera en todos los escenarios, e incluso se unió a una empresa de consultoría de revisión de préstamos para pagar sus propias deudas. Choi-ho e Il-young se conocen mientras él visita su agencia para intentar pagar la deuda de su hermano. Al final se vuelven más cercanos, pero surgen obstáculos ya que no todos apoyan su unión.

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